vida eterna
La mayoría de nosotros no tenemos ni una idea con respecto a la eternidad. Nos preguntamos, ¿Qué pasará cuando muera? ¿Dónde voy a pasar la eternidad? La pregunta más importante que usted debe contestar en su vida es ésta: “Si yo muriera hoy, ¿pasaría la eternidad en el Cielo con Dios?” Todo depende de su relación con Cristo Jesús.
La Biblia nos dice en 1 de Juan 5:13, “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna…” La simple verdad es que ¡Dios quiere que sepa a dónde va! La Biblia nos dice claramente cómo saberlo:
Primero, entienda la necesidad que tiene de un Salvador Personal. La Biblia es muy clara en enseñarnos que todos tenemos un gran problema llamado el pecado. Romanos 3:23 nos dice así, “Por cuantos todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” Este versículo simplemente dice que no hay nadie perfecto. ¿Está dispuesto a admitir esto?
El Problema es este – el pecado tiene un precio muy alto. Romanos 6:23 dice, “Porque la paga del pecado es muerte…” En otras palabras, el precio del pecado es vida eterna apartado de Dios en un lugar llamado El Infierno – ¡Esto es horrible! Debido a nuestro pecado, ninguno de nosotros puede ir al cielo por si mismo.
Estas son las buenas noticias – ¡Dios mandó ayuda! Romanos 6:23 continúa diciendo, “…mas el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” En Romanos 5:8 Dios dice, “Mas Dios encarece su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros.” Esto nos lleva al segundo paso.
Necesita creer que ¡Jesucristo quiere ser su Salvador! Cristo Jesus vino al mundo como Dios hecho en carne, vivió una vida perfecta, y después voluntariamente murió en la cruz porque le ama. En la cruz Él literalmente pagó todos tus pecados. ¡Él tomó tu culpa! Él sufrió el castigo por tus males. ¡Qué regalo más hermoso!
Juan 3:16 dice, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Dios, en su amor grandioso, vino al mundo para preparar un camino para que sus pecados fuesen perdonados y así ¡darle la vida eterna!
Finalmente, tiene que poner su confianza en Cristo Jesús como su único y suficiente Salvador. Romanos 10:13 dice, “porque todo aquel invocare el nombre del Señor, será salvo.” En el versículo 10 del mismo capítulo dice, “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” Él dice que ¡Es tan simple como creer y recibir! ¡Es simplemente pedir!
Si nunca le ha pedido a Cristo Jesús que sea su Salvador personal, lo puede hacer en este momento. Si Él está en su corazón, su vida tendrá un propósito. En este momento puede hacer ésta oración con un corazón sincero:
Señor Jesus, yo creo que tú eres Dios, que moriste por mis pecados, y que resucitaste de entre los muertos. Yo sé que soy pecador y te pido en este momento que seas mi único y suficiente Salvador. En ti pongo toda mi confianza y recibo tu regalo de vida eterna. ¡Gracias por tu promesa! En Cristo Jesús, Amén.
Usted nunca se arrepentirá de haber tomado esta decisión. Si usted ha confiado en nuestro Señor Jesús como su Salvador, nos gustaría saberlo y a la vez obsequiarle una Biblia y otros materiales de lectura que le ayudarán a aprender más de su nueva relación con Jesús.